¿Qué es la Arteterapia?
agosto 24, 2023En los últimos años se ha producido un auge en la interacción con los Mandalas, una especie de moda con estas misteriosas figuras de influencia hindú y tibetana.
Pero realmente, ¿cuánto sabemos de ellas y de los poderosos y beneficiosos efectos que pueden tener en nuestro cerebro y más allá, en nuestro bienestar emocional?
Para comenzar… ¿Qué son los Mandalas?
La palabra Mandala viene del sánscrito y su traducción es “círculo sagrado”.
En términos generales, el Mandala es un dibujo circular, que parte desde un punto central y que se desarrolla hacia los cuatro puntos cardinales.
Desde el área de la psicología, podemos ver al mandala como una imagen que emerge del inconsciente universal, cuya inagotable variedad de formas se relaciona con nuestras percepciones y con nuestro ser interior.
El psiquiatra suizo Carl G. Jung los consideraba una representación del ser humano, entendiéndolos como un símbolo de lo espiritual, capaz de aludir a realidades no visibles y explicar conceptos más allá del lenguaje verbal, creando la representación sensible de una idea, pensamiento, emoción o mensaje.
Al interactuar con los mandalas, ya sea al colorearlos o al crearlos, estamos realizando una integración y sincronicidad entre el hemisferio derecho e izquierdo de nuestro cerebro, lo que beneficia directamente nuestro bienestar emocional y cognitivo.
Estructuralmente, nuestro cerebro está formado por dos hemisferios.
El izquierdo tiene a su cargo las funciones más analíticas y en él se activa la parte más racional, la lógica, el lenguaje, etc.
El hemisferio derecho se encarga de las funciones creativas, la intuición, la percepción, lo metafórico y simbólico.
El hemisferio derecho es atemporal, por lo que quien nos sitúa en el aquí y ahora es el izquierdo. Ambos, se conectan por la parte central que es la que permite que la información de uno pase al otro y, conjuntamente, procesen la totalidad del entorno.
Lo que ocurre en nuestro cerebro al interactuar con los mandalas es un proceso en paralelo y simultáneo en ambos hemisferios.
La percepción de las imágenes, colores, formas, experiencias místicas y los niveles meditativos que se alcanzan con la contemplación o realización de Mandalas, son procesos que se realizan en el hemisferio derecho.
Al mismo tiempo, todo lo que implica formas geométricas, ordenamiento espacial, proporciones, iconografía y razonamiento está procesado por el hemisferio izquierdo.
Cuando integramos los dos hemisferios nos sentimos en armonía, hecho que ocurre cuando las partes se comunican bien.
Es en ese momento cuando nos sentimos en calma, con mayor flexibilidad, en conexión tanto con nosotros mismos como con nuestro entorno y , de esta manera mejoran nuestro estado anímico y nuestra relación con los otros.
Otro beneficio que podemos obtener de la interacción con los mandalas, es utilizarlos como una herramienta de estimulaciónpara retrasar el deterioro cognitivo.
Nuestro cerebro logra mantenerse activo debido a su actividad muscular.
Al tratarse de un músculo, debemos darle un entrenamiento de igual forma como lo hacemos con el resto de nuestro cuerpo.
Esta estimulación se realiza a través de procesos cognitivos y en la interacción con mandalas se activan en forma simultánea las capacidades cognitivas de atención, percepción espacial y concentración.
Claudia Girón Avalos
Psicóloga Clínica Diplomada en Psicología Junguiana de la Universidad Católica de Chile. Certificada en Therapeutic Art Life Coach y Arteterapia con mención Mandalas en BINDU-ICAT (Canada).
Mujer, hija y madre de 3 increíbles seres humanos.
Amante del Tarot, Mindfulness y practicante de Hatha Yoga.
Bibliografía
- Judith Cornell, P.H.D. Mandala Luminous Symbols for Healing, 1994
- Carl G. Jung, El Hombre y sus Símbolos, 1964
- Roberto Garcia, Guía de Geometría Sagrada, 2009